Terminé de leer Deseo postcapitalista de Mark Fisher.
Al ser una transcripción de las clases existen múltiples aclaraciones que recuperan el contexto situacional. Estamos en los meses de noviembre y diciembre del 2016. Y ante la complejidad que cierta bibliografía suponía para los estudiantes, en numerosas oportunidades surge la risa. De los estudiantes, ¡y del propio Fisher! [Risas] que serán el espectro (para usar un término que le era tan grato) de su propio suicidio, ocurrido menos de un mes más tarde en enero del 2017.
Que Economía libidinal sea el texto elegido por Fisher para analizar en la clase cinco (y que ésta haya sido última que pudo dictarse, de las quince previstas) parece premonitorio. Lyotard allí - y este aspecto es destacado en varias oportunidades - plantea que no hay una salida del capital; estamos inmersos en él y gozamos con el sufrimiento que nos causa. En cierto sentido, lo deseamos. ¿Cómo podemos liberarnos de ese deseo?
¡Pero estar libre del capital sería estar libre del deseo! ¿No es este el problema del que Lyotard está hablando todo el tiempo? Para entender el capital no sólo necesitamos a Marx, necesitamos entender a Marx junto con Sade.